¡Las actitudes que tomamos hoy serán determinantes para el futuro de nuestro planeta! Esta afirmación se debe enseñar a nuestros niños desde muy pequeños. La educación viene de casa, con buenos ejemplos y pequeñas acciones que inspiran a los niños. Sin embargo las escuelas también tiene un papel muy importante en la formación de nuestros pequeños ciudadanos. ¿Imagínese estudiar en una escuela 100% sustentable, que puede demonstrar en la práctica la importancia de esas pequeñas actitudes?
Jaureguiberry, una comunidad costera en Uruguay, posee cerca de 500 habitantes y fue el lugar elegido por el arquitecto norteamericano Michael Reynolds, conocido por aprovechar residuos retirados del medio ambiente, para acoger la Escuela Sustentable, la primera escuela de América Latina totalmente sustentable. Como no podría ser diferente, varios materiales se provecharon en la construcción del edificio, que posee un área total de 270m². Descubra qué pudo reutilizar el arquitecto:
- 2000 neumáticos;
- 5000 botellas de cristal;
- 2000 m² de cartón;
- 14000 latas de aluminio.
La construcción de la escuela tuvo como base la bioarquitectura, que pretende construir respetando al máximo la naturaleza, reduciendo el impacto ambiental y los costes operativos. Cerca del 60% de los materiales utilizados se reciclan y la obra solo fue posible gracias a la financiación privada y al esfuerzo deTagma, una organización no gubernamental. Más de 200 voluntarios de 30 países participaron enla construcción de la escuela, que también contó con el apoyo de toda la comunidad.
Toda la electricidad se consigue a través de paneles fotovoltaicos. No hay vínculos con la red eléctrica local y el excedente de energía se almacena en condensadores. También se proyectó un sistema de captación del agua de la lluvia, lo que asegura el abastecimiento para los baños y el regadío del huerto, que produce alimentos frescos y sanos para la merienda. Como la palabra derroche no entra en esta escuela, los residuos orgánicos también se aprovechan y, tras el compostaje, sirven como fertilizante natural para el huerto.
La Escuela Sustentable posee cerca de 45 alumnos, pero el objeto es conseguir recibir a 100 niños, que tendrán acceso a una metodología de enseñanza que promueve el uso eficiente de los recursos naturales y la preservación del medio ambiente. Las clases en el huerto de la escuela también forman parte del programa y, con esto, los alumnos son responsables directos por el plantío, cuidado y cosecha de los orgánicos.
Sin duda, esta escuela representa un avance en la enseñanza de sustentabilidad para los niños, que tienen la posibilidad de vivir en la práctica algunas experiencias que a veces se quedan solo en el campo teórico. Demostrar en la práctica la importancia de aprovechar el agua de la lluvia y los cuidados necesarios para que un huerto produzca alimentos sanos, facilita la comprensión por parte del niño. Este por su parte, puede incluso compartir todo lo aprendido con sus familiares, transmitiendo los conocimientos adquiridos. ¿Le ha gustando esta historia inspiradora? ¡Pues compártala también con sus amigos y vecinos!
Todas las imágenes: Difusión | Escuela Sustentable.
